Si le hablaras en esperanto, en chino mandarín o en arameo antiguo a tu abuela, ¿crees que te entendería?

Y entonces, ¿por qué lo haces con las personas que quieres atraer a tu negocio?

Hazles un favor… ¡No hables, Comunica!

Y no, no hace falta que seas el mejor orador ni el mejor copywriter ni nada de esto…

Comunicas, te entienden y listo.

Deja, que te explico…

Pero antes, dos cosas:

• • Si has llegado hasta aquí es porque algo te ha hecho ver que esta información te beneficia, así que resérvate cinco minutos de tu tiempo y presta total atención a lo que estás a punto de leer.
  • Para que puedas tener enfoque total en lo que tengo que decirte, te lo voy a poner muy fácil. En esta página no vas a ver ni colorines ni fotos con efectos de esos que hacen que se muevan ni demás folklore. Solo negro sobre blanco. Bueno, hay un elemento de color, pero te lo he puesto al final de la página.

Y dicho esto, allá voy…

Como a mí me enseñaron en mi casa que lo correcto cuando conoces a alguien es presentarse, te diré que me llamo Sento Lorente y me dedico a ayudar a mis clientes a comunicar con estilo propio para atraer a su negocio a las personas con las que de verdad quieren trabajar.

Y lo mismo voy a hacer contigo…

Ya sea por medio de escribir Libros Estratégicos que promocionen tu marca, potencien tu negocio y hagan crecer constantemente tu cartera de clientes.

Ya sea por medio de escribir emails a tus listas.

Ya sea por medio de enseñarte a comunicar de manera clara y divertida en tus formaciones (en vídeo o presenciales).

Sea cual sea el medio por el que quieras comunicar, lo que importa de verdad es que las personas que reciban tus mensajes LOS ENTIENDAN, joer.

Solo así lograrás hacer crecer tu marca personal y tu negocio.

Solo así harás que las personas te busquen para que les ayudes con tu manera de hacer las cosas.

Solo así, lanzarás tu mensaje al mundo a tu manera y sin etiquetas que te encorseten y no te dejen transmitir todo tu potencial.

Pero no vayas a pensar que esto que te estoy contando te lo digo porque esta mañana me he levantado, me he dado un golpe en la cabeza y al despertar he dicho: «venga, vamos a decir al mundo mundial que sé cómo tienen que comunicar para que les entiendan».

No.

Verás, llevo desde 2014 en el mundo digital y mi primer trabajo fue redactando correos de email marketing.

El problema era que tenían que ser correos encasillados en el ABC del «protocolo marquetero universal», es decir, mi cliente me pedía que le escribiera correos como los de todo el mundo y de los que sus clientes recibían decenas cada día.

¿Resultado?

No había resultado.

Y ya sabes qué pasa en estos casos, ¿verdad?

La culpa para el mensajero.

Es decir, para mí.

A ver, que esto es algo que yo ya me estaba viendo venir, pero entre que era novatillo y que mi cliente me pagaba bien, pues ¿pa qué discutir?

Eso sí, siempre tuve mi bala en la recámara y la disparé cuando me vino mi cliente a decirme que iba a prescindir de mis servicios en cuanto terminara de redactar los tres correos que me quedaban.

Dirás que me puse nervioso… ¡Pues no!

Estaba más tranquilo que nunca porque tenía mi bala guardada y porque sabía que esa bala iba a funcionar y mucho.

Y la gasté.

Justo el día en que escribí el último correo que me habían pagado, lo lancé a sus listas sin pedir permiso a mi cliente y a las cuatro horas recibí este correo suyo:

«Pedazo de mamón, ¿qué coño has hecho?

En tan solo cuatro horas llevo 5 ventas con el correo de hoy.»

A ver, el mensaje estaba un poco encriptado, nada claro, pero creo que lo entendí.

Y esta fue mi respuesta:

«Simplemente he aplicado mi manera de entender la comunicación, de personas para personas, sin protocolos estándar ni historias de esas.

Espero que no te haya molestado el no haberte pedido permiso y que caigan más ventas.

Muchos éxitos en tu proyecto.»

El resto ya te lo puedes imaginar…

Que si «no te vayas…»

Que si «te pago lo que me pidas…»

Que si «por favor, quiero más de estos…»

Y demás «quesis» que te puedan venir a la cabeza.

Total, que seguí trabajando con él y mis peticiones fueron muy simples: algo más de pasta (tampoco mucha más) y sobre todo, vía libre para hacerlo a mi manera, sin protocolos estándar de los que todo el mundo echa mano.

A día de hoy no sé nada más de él, pero los tres años que estuvimos colaborando me lo pasé genial y me divertí muchísimo escribiendo correos que se entendían y viendo cómo mi cliente alucinaba con los resultados.

Pero, ahora que pienso, te estoy aquí soltando mi historia y lo mismo ni te interesa porque si has llegado hasta aquí es porque quieres aprender a comunicar de manera que tu mensaje llegue a quien toca y como toca, ¿o me equivoco?

Pues ale, no te entretengo más, solo decirte que para ayudarte con eso, he preparado para ti una formación tan gratuita como potente y exclusiva llamada…

«NO HABLES, COMUNICA»

Sí, ya sé, lo mismo el nombre no es la octava maravilla ni una genialidad creativa que va a marcar una era, pero lo has entendido y eso es lo que cuenta.

Así que, como esto va de que yo te hablo y tú me entiendes…

Ahí va mi mensaje final:

Regístrate en el formulario de aquí abajo y deja de hablar por hablar, empieza a comunicar para que te entiendan.

Ah, lo prometido es deuda, aquí está la nota de color que le voy a poner a esta página:

Sí, soy yo…

Dudas que lo mismo tienes:

¿Todo claro?

Pues es hora de registrarte para recibir el curso…